En la 74ª Reunión Anual 2020 de la Sociedad Americana de Epilepsia (AES), la doctora Elysa Widjaja, neurorradióloga pediátrica del Hospital for Sick Children y profesora del Departamento de Imagen Médica de la Universidad de Toronto (Canadá), presentó los resultados de su investigación sobre un nuevo tipo de terapia láser para niños con epilepsia en los que ha fracasado el tratamiento farmacológico.
La mayoría de los estudios publicados hasta ahora sobre la terapia láser guiada por resonancia magnética tenían muy pocos participantes. La doctora Elysa Widjaja y su grupo han recopilado los datos de diferentes centros de Canadá y EE. UU. para analizar los resultados y las complicaciones asociadas a este tratamiento.
Los resultados muestran que es una terapia segura y eficaz para los pacientes. Más de la mitad de los que recibieron el tratamiento láser no sufrieron convulsiones un año después. Además, el procedimiento es menos invasivo y requiere una estancia hospitalaria más corta que la cirugía abierta de la epilepsia, según dijo la Dra Widjaja en una entrevista en Medscape Medical News.
¿En qué consiste el procedimiento?
El procedimiento empieza cuando el cirujano perfora un pequeño agujero en el cráneo, utilizando la resonancia magnética como guía. Después introduce una fibra láser muy fina en el centro de la lesión. A continuación, se aplica calor para destruir la región cerebral afectada. Este procedimiento, al requerir sólo un pequeño orificio, no es tan invasivo como otros.
¿Cómo fue el estudio?
Los investigadores reclutaron a 182 niños que fueron tratados en siete centros pediátricos de Estados Unidos y dos centros de Canadá. El paciente más joven tenía 14 meses y el mayor 21 años. La edad media de los pacientes era 11,2 años. La edad media de inicio de las convulsiones era de 5,4 años, y era condición necesaria que dos medicamentos anticonvulsivos hubiesen fallado previamente (el número medio de fármacos probados era de 2,3).
Además, todos los participantes en el estudio tenían epilepsia focal, es decir, las crisis provienen de una zona definida del cerebro. Para ello, los pacientes tuvieron que someterse a una resonancia magnética y a una electroencefalografía para determinar la zona del cerebro donde se originaban los ataques. Para que esta terapia tenga éxito, es necesario establecer en qué parte se originan las crisis, porque la zona del cerebro afectada varía mucho de un paciente a otro.
¿A qué conclusiones llegaron?
Los investigadores recopilaron el lugar y tipo de lesión, la duración de la estancia en el hospital, las complicaciones, el número de procedimientos con láser y el número de convulsiones después del tratamiento.
De los 137 pacientes de los que se conocían el número de convulsiones en un año, los investigadores descubrieron que después del tratamiento 74 de ellos no sufrieron ninguna convulsión, es decir, el 54%. Teniendo en cuenta que la terapia láser guiada por resonancia magnética reduce las convulsiones, es menos invasivo y la estancia en el hospital es mucho más corta, resulta más rentable que otras terapias, además de ser una posible buena solución para muchos pacientes. Además, este procedimiento puede llegar a zonas profundas del cerebro sin la preocupación de dañar otros tejidos del mismo.
El uso de esta técnica en pacientes con epilepsia resistente a los medicamentos es muy prometedor. Aunque este estudio se realizó en niños, la edad no debería ser un factor decisivo en la aplicación de esta terapia láser.