Os anunciamos hace poco que Stoke Therapeutics había comenzado a reclutar pacientes en EEUU para su ensayo de fase 1/2a llamado MONARCH, en el que analizarán la seguridad y tolerancia a la terapia STK-001 en niños y adolescentes con síndrome de Dravet. También realizarán estudios preliminares sobre la capacidad de STK-001 de reducir las crisis epilépticas y mejorar el estado de bienestar general de los pacientes. Podéis recordar el anuncio que hicimos AQUÍ.
Pero, ¿qué es STK-001 y cómo funciona?
STK-001 es un oligonucleótido antisentido capaz de aumentar la síntesis en neuronas del canal de sodio NaV1.1, cuyos niveles se ven reducidos en pacientes con síndrome de Dravet, lo que provoca el mal funcionamiento del cerebro.
Los nucleótidos son las moléculas que, unidas en cadena, forman los ácidos nucleicos (ADN y ARN). Llamamos oligonucleótidos a cadenas cortas de ADN o ARN. El ARN es el paso intermedio entre un gen en el ADN (por ejemplo, el gen SCN1A) y la proteína que se sintetiza a partir de ese gen (por ejemplo, NaV1.1). El ARN mensajero (ARNm) transforma la información que lleva el gen de forma que pueda ser leída por la maquinaria celular que sintetizará la proteína a partir de dicha información. Si complicamos un poco más las cosas, del ADN surge primero un boceto de ARNm, llamado ‘pre-ARNm’, y de éste el ARNm con la información final para la síntesis proteica.
El pre-ARNm lleva las secuencias necesarias para la síntesis proteica, pero también otras secuencias reguladoras o incluso innecesarias. De los ARNm generados a partir del pre-ARNm, sólo algunos serán viables y se utilizarán para sintetizar proteínas. Otros, en cambio, se destruirán de manera controlada por la célula. Esto es algo común que ocurre en nuestras células, incluidas las de las personas sanas, y la cantidad total de proteína sintetizada es suficiente, incluso si algunos ARNm se degradan, puesto que tenemos dos copias de cada gen.
Sin embargo, muchos pacientes con síndrome de Dravet sólo disponen de una copia sana del gen SCN1A, lo que conlleva a que sólo sinteticen la mitad de la proteína NaV1.1. Si, además de sólo sintetizar la mitad de proteína, encima se degradan sus ARNm, la cantidad final de proteína de la que disponen sus células se reduce al mínimo. Es aquí donde Stoke Therapeutics, con su tecnología TANGO (siglas en inglés de ‘Aumento Dirigido de la Producción Génica Nuclear’), propone el uso de STK-001. Este oligonucleótido se uniría a las regiones del pre-ARNm culpables de iniciar la degradación del ARNm, las retiraría y provocaría así una mayor producción de ARNm y, como consecuencia, de proteína NaV1.1. De hecho, parece que esto es lo que ocurre en ratones a los que se les inyectó STK-001.
Esta terapia no es considerada una ‘terapia génica’ como tal, ya que no modifica la secuencia génica del paciente sino que manipula su ARN.
Podéis leer más sobre TANGO y los oligonucleótidos antisentido en el artículo publicado hoy AQUÍ, en inglés pero de acceso abierto, en la revista Nature Communications.
¿Bailaremos un TANGO por el Dravet para celebrar los posibles buenos resultados de esta terapia?
Un sueño, una meta.