Brivaracetam es un medicamento antiepiléptico que está actualmente aprobado para el tratamiento complementario en pacientes de más de 4 años de edad con crisis epilépticas de inicio focal.
Brivaracetam muestra una alta y selectiva afinidad por la proteína 2A de la vesícula sináptica (SV2A), la cual se encuentra a nivel presináptico en las neuronas y en células endocrinas.
Aunque el papel exacto de esta proteína todavía tiene que ser dilucidado, se ha visto que modula la liberación de los neurotransmisores. Se cree que la unión a SV2A es el mecanismo principal de la actividad anticonvulsivante de brivaracetam.
Se demostró que brivaracetam es un fármaco útil para las epilepsias focales pediátricas, con menos estudios y resultados contradictorios entre los pacientes con epilepsias generalizadas y síndromes epilépticos. Sin embargo, un estudio publicado este año evaluó la eficacia del brivaracetam entre 18 pacientes con encefalopatías epilépticas durante un período de observación de 12 meses; el estudio incluyó a 3 pacientes con síndrome de Dravet, y todos ellos respondieron positivamente al tratamiento.
En la actualidad se están realizando estudios en los que se está probando el brivaracetam para ampliar su aplicación a otras formas de epilepsia y comprobar su eficacia cuando se utiliza en monoterapia.
En noviembre de este año, la AEMPS indicaba que existen datos clínicos limitados procedentes de casos notificados que indican un aumento de los niveles plasmáticos de brivaracetam con la administración conjunta de cannabidiol, aunque su relevancia clínica es incierta. Estaremos pendientes de si existen novedades sobre este medicamento en el futuro.
El estudio, publicado en Epilepsy & Behavior, lo encontraréis AQUÍ.