En la actualidad, no existe ninguna terapia que controle completamente las crisis epilépticas en los pacientes con síndrome de Dravet. Aunque nuevas terapias como la fenfluramina y el cannabidiol reducen la frecuencia y/o la gravedad de las crisis, no son eficaces en todos los pacientes. Con el fin de identificar nuevas terapias o incluso una cura para el síndrome de Dravet, un equipo de científicos ha caracterizado y desarrollado una plataforma de cribado preclínico en el centro contratado por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) para el Programa de Cribado de Terapias para la Epilepsia (ETSP, también siglas en inglés) situado en la Universidad de Utah (EE.UU.) y dirigido por la Dra. Karen Wilcox.
Su trabajo utiliza uno de los modelos de ratón Dravet desarrollados por la Fundación Síndrome de Dravet, el cual tiene una mutación encontrada en pacientes, la A1783V. Su investigación se centra en las características de las crisis epilépticas inducidas por hipertermia, que imitan las crisis febriles observadas en los pacientes con síndrome de Dravet. El equipo evaluó el rendimiento en este modelo de los prototipos de fármacos antiepilépticos utilizados en el tratamiento del síndrome de Dravet o de los que se sabe que empeoran la enfermedad.
Sus resultados muestran que, salvo el clobazam, las crisis febriles son muy resistentes a una batería de fármacos, incluidos el levetiracetam y la tiagabina en dosis altas. Además, la combinación de ácido valproico y clobazam, con el tratamiento complementario de estiripentol, ofreció una protección significativa contra las crisis inducidas por hipertermia. Estos resultados muestran la validez del modelo, ya que esta triple terapia farmacológica es el tratamiento de referencia actual para los pacientes con síndrome de Dravet.
Este modelo de ratón muestra un potencial apasionante para descubrir nuevas terapias para el tratamiento del síndrome de Dravet y determinar si los candidatos más prometedores son más eficaces que los tratamientos actualmente disponibles. El equipo está muy motivado por los resultados del estudio, ya que uno de los principales objetivos del ETSP es ayudar a desarrollar una terapia para la epilepsia resistente a los fármacos, como es el síndrome de Dravet. Las crisis febriles son sólo un aspecto del síndrome de Dravet y, en el futuro, el equipo tiene previsto examinar la utilidad de este modelo para el cribado de fármacos contra las crisis espontáneas y recurrentes.
El estudio ha sido financiado por el NINDS, ETSP, Institutos Nacionales de Salud y Departamento de Salud y Servicios Humanos (contrato nº HHSN271201600048C), y se publicó el pasado mes de mayo en la prestigiosa revista Epilepsia AQUÍ.
Este artículo ha sido escrito por la Dra. Chelsea Pernici y la Dra. Gaëlle Batot, investigadoras en el ETSP, y adaptado por la Dra. Elena Cardenal, Directora Científica de la Fundación Síndrome de Dravet.
Imagen: El Equipo Dravet en el ETSP del NINDS. Arriba, fotografiados de izquierda a derecha: E. Jill Dahle, Jeffrey Mensah, Cameron Metcalf, PhD, Peter West, PhD, Gaëlle Batot, PhD. Abajo, fotografiados de izquierda a derecha: Karen Wilcox, PhD, Lauren Buxton, Chelsea Pernici, PhD, Laura Handy, Kristina Johnson