Según una encuesta realizada en Reino Unido, las vacunas contra el COVID-19 parecen ser seguras y bien toleradas en pacientes con síndrome de Dravet.
La encuesta se realizó en febrero de 2021 para conocer los posibles efectos de la vacunación contra el COVID-19 en los pacientes con síndrome de Dravet. Respondieron cuidadores de ocho personas con Dravet de entre 16 y 44 años. Las vacunas que estos recibieron fueron las de Pfizer/BioNTech u Oxford/AstraZeneca.
¿Provocaron las vacunas efectos secundarios?
Según el informe, todos los pacientes experimentaron al menos un efecto secundario como fatiga, fiebre, dolor en el lugar de la inyección, molestias o dolor de cabeza‒, efectos que también suele experimentar el resto de la población. De hecho, el 83% de los vacunados con Pfizer/BioNTech y el 88% de los que recibieron la vacuna de Oxford/AstraZeneca han declarado esos síntomas. Dichos efectos son los que causa una respuesta apropiada del sistema inmunitario.
Merece la pena resaltar que dos de los pacientes estudiados habían pasado el COVID-19, y los efectos secundarios asociados a las vacunas que experimentaron fueron parecidos a los de aquellas personas que no se habían infectado anteriormente por coronavirus.
¿Aumentaron las convulsiones?
La fiebre post-vacuna fue el síntoma secundario más común entre los pacientes con síndrome de Dravet. Aunque la subida de temperatura corporal desencadena en muchas ocasiones las convulsiones en los pacientes síndrome de Dravet, solo en una persona se observó cambios en la frecuencia de las mismas. Nadie informó de cambios en la duración de las crisis después de la vacunación, incluyendo las personas que tuvieron fiebre.
Hay que destacar que el paciente que convulsionó tras la vacunación, lo hizo 11 días después de recibir la primera dosis de la vacuna de Oxford/AstraZeneca. Aunque llevaba 10 años sin sufrir crisis epilépticas, no se puede confirmar con seguridad que exista una relación entre el ataque sufrido y la vacuna.
¿Es importante vacunarse?
La seguridad que las vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento y actualmente disponibles ha mostrado hasta ahora en millones de personas, tanto durante como después de los ensayos clínicos, confirma que la vacunación es la forma más eficaz de protegerse a uno mismo y a los que nos rodean de la COVID-19.
¿Es recomendable un tratamiento previo a la vacunación?
Como ya os contamos AQUÍ, el tratamiento con paracetamol antes y durante las siguientes 24 horas después de la vacunación puede reducir algunos de los efectos secundarios de las vacunas, manteniendo la eficacia de las mismas. Además, siempre aconsejados por nuestro neurólogo, un breve tratamiento con benzodiacepinas puede disminuir el aumento a corto plazo de la frecuencia de las convulsiones asociadas a la vacunación.
Para leer el informe publicado, en inglés, podéis pinchar AQUÍ.