Científicos del Gladstone Institute of Neurological Disease en California muestran que reduciendo Tau, una proteína que estabiliza el esqueleto celular neuronal, no sólo se suprimen las crisis epilépticas sino que también se previenen conductas autistas en ratones con síndrome de Dravet.
El artículo original se ha publicado en Neuron, revista del grupo Cell Press, y lo podéis encontrar AQUÍ.