Como mucho de vosotros recordáis, cuando empezamos la Fundación solo había tres laboratorios en el mundo que podían trabajar en el síndrome de Dravet porque tenían ratones con síndrome de Dravet. Cada laboratorio de esos tres había hecho sus propios ratones con síndrome de Dravet (ratones con una copia mala del gen SCN1A), y competían entre ellos para ver quien publicaba más.
Una de sus prioridades era que no hubiera más grupos que pudieran competir con ellos, y por eso no dejaban que nadie se llevara unos pocos de sus ratones para criar una colonia en otro laboratorio y poder investigar la enfermedad.
Nosotros siempre hemos defendido que la investigación es un deporte de equipo, y queríamos el equipo más grande posible, por eso hicimos otros ratones con síndrome de Dravet y los pusimos en una “granja de ratones” americana a través de las cuales cualquier investigador puede pedirlos por internet sin ningún tipo de restricción (los podéis ver AQUÍ). Desde finales de 2015 el síndrome de Dravet ya no es monopolio de tres.
Y hoy os traemos la historia de un grupo de esos ratones, que viajó hasta Israel hace dos años para ayudar a investigar el síndrome de Dravet. La investigadora que tiene ahora una colonia de nuestros ratones en la Universidad de Tel-Aviv es la Doctora Moran Rubinstein, que veis en la foto frente a algunos de los resultados de su trabajo. Y en la otra imagen podéis ver uno de nuestros ratones con síndrome de Dravet que ha nacido su laboratorio.
Queríamos enseñaros estas imágenes para que pusierais cara a los ratones y a algunos de los científicos que trabajan con ellos.
Gracias a estos ratones, la Dra Rubinstein ha podido centrar su grupo en el síndrome de Dravet y está trabajando en todo esto:
1.- Entender mejor lo que pasa con las neuronas inhibitorias del cerebro en el síndrome de Dravet (entender la enfermedad)
2.- Ver lo que pasa con la enfermedad en las diferentes edades (entender la enfermedad)
3.- Poner a punto la metodología para hacer “ensayos pre-clínicos” en los ratones y poder así estudiar posibles terapias (tratar la enfermedad)
4.- Hacer ensayos pre-clínicos en colaboración con grupos que tienen posibles fármacos para el síndrome de Dravet (tratar la enfermedad)
5.- Y es la coordinadora del proyecto europeo CureDravet en el que el CIMA de la Universidad de Navarra es uno de los equipos principales y probará la terapia génica que están desarrollando en el CIMA y en Francia también en nuestros ratones antes de poder progresarla a ensayos clínicos (curar la enfermedad)
¡Cuantas cosas puede llegar a hacer un solo laboratorio! Sobre todo cuando como en el caso de la Doctora Rubinstein son investigadores que construyen alianzas, en vez de barreras, y colaboran con muchos otros laboratorios. Ella es un muy buen ejemplo del tipo de compañero de equipo que buscamos en nuestra lucha.
Pues imaginad ahora todo ese impacto en el síndrome de Dravet multiplicado por 25. Y es que los ratones que fueron a Tel-Aviv son solo un grupo de los 25 grupos de ratones que ya han partido en estos últimos años a laboratorios de todo el mundo. En total hay ya miles de ratones con síndrome de Dravet ayudando a cientos de investigadores, la cifra sigue creciendo.
Mandamos un saludo a los investigadores en Tel-Aviv y a esos pequeños ratones de apellido español que un día nos traerán grandes noticias.
Un sueño… una meta.